El embarazo es un período delicado para la mujer donde comporta cambios físicos y hormonales de suma importancia en su organismo, como alteraciones que aumentan los riesgos de padecer malestares vinculados a la salud dental que de no atenderse colocan en peligro la salud de la madre y del bebe.
La importancia de una buena higiene dental no debe subestimarse, el cepillado constante y las revisiones periódicas son considerados de los cuidados primordiales en la etapa prenatal por los múltiples riesgos que genera en el desarrollo del embrión pero ¿Por qué debe importaros tanto?, ¿Cómo afecta vuestro embarazo? Son interrogantes que responderemos a continuación.
Según informes de la Sociedad Española de Odontopediatría, el descuido de la higiene oral acelera la acumulación de placa bacteriana que acompañado de los ácidos estomacales producidos por los vómitos son causantes de erosión al esmalte exponiendo la dentadura a la aparición de caries.
De las principales enfermedades que se pueden presentar durante el embarazo es la periodontal, producida por el incremento de los fluidos biológicos que inducen al trabajo de parto, ocasionando en ocasiones un riesgo alto de parto prematuro sino es atendido a tiempo.
La gingivitis en el embarazo es otra afección bucal producida por la acumulación de sarro, por el sangrado las encías se inflaman y se enrojecen, existe mayor prevalencia de esta enfermedad por el aumento de los niveles hormonales que exageran la reacción ante la presencia de agentes irritantes en la placa.
Los expertos también recomiendan colocar especial atención a cada etapa del embarazo, para evitar que se vea visto en riesgo:
El primer trimestre (1-12 semanas): En esta etapa es fundamental que no se practique ningún tipo de procedimiento dental. En primer lugar, el bebe tiene mayor riesgo de teratogénesis, un agente externo que puede causar un defecto congénito durante los primeros cambios embrionarios y en segundo lugar es que en esta etapa uno de cada cinco embarazos son abortos espontáneos.
En el segundo trimestre (13-24 semanas): La formación de los órganos principales ya ha terminado y hay menor riesgo de exposición para el bebe, en caso de ser primeriza se ha adaptado al embarazo lo que permite realizar los tratamientos dentales de prevención. En este punto el dentista debe consultar al gineco-obstetra que esté siguiendo el embarazo, si pueden existir circunstancias de riesgo o especiales del procedimiento que puedan influir en el embarazo.
En el tercer y último trimestre (25-40 semanas): El desarrollo fetal está casi completo y los riesgos de sufrir un aborto prematuro son bajos. La postura de las embarazadas en el sillón dental es fundamental, en la etapa inicial de este trimestre es seguro realizar procedimientos dentales.
Tomando en cuantas estas recomendaciones la American Dental Association recomienda los siguientes hábitos saludables para para llevar a buen término el embarazo:
Cepillarse constantemente los dientes con pasta dentífrica, luego de cada comida o luego de haber ingerido cualquier tipo de dulce o fruta.
Utilizar siempre la seda dental, esto permitirá mantener el aseo y evitar la acumulación de sarro.
Use un buen enjuague bucal con alta efectividad contra los microbios, esto ayudará a mantener la boca libre de bacterias.
Mantener una dieta sana y equilibrada, limitando el azúcar y sal en exceso y moderar el consumo de alimentos entre horas.
Agendar como parte de la rutina de chequeo del embarazo una cita al dentista para hacerse limpiezas, se recomienda asistir frecuentemente.
Si el embarazo se presenta con vómitos frecuentes, enjuague su boca con una mezcla de agua y bicarbonato de sodio será suficiente para limpiar los ácidos estomacales y proteger el esmalte.
En el embarazo el cuidado y la atención de la salud bucal vale por dos, es fundamental saber que la visita periódica al dentista y la moderación en el consumo de dulces llevarán a la futura madre a disfrutar de un embarazo responsable y tener al nuevo integrante de la familia sano y protegido.